A las 8 de la tarde del día 20 de marzo de 1934 cuando se celebraba en la iglesia del Santo Cristo de la Misericordia el septenario a la Virgen de los Dolores, hizo explosión en las puertas del templo una bomba, que causó daños de consideración en la cancela y solerías.
Resultaron heridas dos niñas y un caballero, sufriendo lesiones en piernas y cara.
La detonación fué tan estruenda que sembró el pánico entre los fieles que rezaban en el templo, quienes aterrorizados, luchaban por salir cuanto antes de la iglesia.
Las personas destacadas de la población enviaron telegramas de enérgica protesta al gobernador civil y ministro de la Gobernación, doliéndose además de la pasividad de las autoridades locales.