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UNA ANTIGUA FÁBRICA DE LADRILLOS

Fotografías pertenecientes a la antigua fábrica de ladrillos de Montero Estrada. Esta fábrica estaba situada en el actual polígono de la Cantarería.

Podemos datarlas de principios de los años 70, en la primera foto aparecen de izquierda a derecha:

«Baltasar», «Plácido», Felipe Bermudez,» Tortolero», Antonio Gallego. La foto está realizada en el secadero de la fábrica en invierno, ya que en verano el secadero era al aire libre (ver foto siguiente)

ladri1 Foto inferior: De izquierda a derecha:
«Cariciolo», «Tortolero» (padre del tortolero foto 1), Antonio Gallego, «el Moreno», «el Chache».
Esta foto es de cuando se sacaba a mano los ladrillos con el carrillo y se ponían a secar al sol, de ahí al horno para cocerlos.

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Gracias Antonio Gallego Jiménez e hija por compartir con nosotros estas estampas.
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LA CANOA

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Pues aquí tenemos «La Canoa» la terraza de verano de moda de los años 80-90 de Arahal. Situada en la calle Duque, este recinto, antiguo patio de la Asociación de Cabezas de Familia, abrió sus puertas a principios de los años 80, siendo socios Manuel Jiménez ( Pastor), Antonio Carmona, J.Antonio Pérez, Antonio Gómez, Felipe Rayo, Eduardo…

Seguro que traen muchos recuerdos a una generación de jóvenes que pasaban largas noches de diversión y ocio entre sus muros.

Gracias a Manuel JIménez por la documentación.

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LA FUENTE DEL PULPEJO

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La fuente del Pulpejo. Un prisma hexagonal de mampostería a modo de monolito, con una espita en cada cara, de las cuales, sólo dos o tres abastecían de agua potable a muchas familias. Lo mismo que las antiguas pipas de agua, que recorrían las calles vendiendo a perra gorda el cántaro de agua.

La zona se contempla mucho más diáfana que ahora  y sólo alcanzamos a ver una aislada construcción. La fuente conserva  los pontones de piedras y sus cadenas enlazadas que limitaban el espacio público.

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El arbolado de hoja caduca y perenne también ayuda a señalar la zona de abastecimiento, a la que vemos llegar una mujer con un cántaro a paso abierto y una moza se deja fotografiar  con un cántaro más pequeño sobre la cintura; más exactamente sobre el «cuadril», como decimos aquí.

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Textos: D. José Manuel Camacho Cintado
Foto coloreada: Rafael Navarrete.

 

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LA HUELLA DE LA CONTIENDA CIVIL

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Busquemos la lupa para no perdernos ningún detalle; pues la instantánea se lo merece por el acontecimiento que se celebra en plena  plaza de la Corredera.

La foto está tomada desde un balcón del Casino. Una misa en plena Guerra Civil; seguramente en acción de gracia por la toma de alguna ciudad importante. El altar,  custodiado por soldados,  se sitúa sobre el tablado de la música.

El señor Alcalde lee un manifiesto,  mientras los asistentes al acto saludan brazo en alto,  a la romana. Los niños de los colegios están situados en la parte derecha del tablado,  los balcones lucen banderas y el público de las aceras se mantiene ordenadamente sobre ellas,  sin que se vea ningún agente de la autoridad.
La foto no podemos negar que refleja con absoluta nitidez informativa aquellos históricos momentos,  que bien los podemos situar entre finales de 1936 y principios de 1937.

 

Texto: José Manuel Camacho Cintado
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LA CRUZ DE LOS CAÍDOS

Plaza Antonio Ramos (3) (años 50-60)

Plaza del Mercadillo de la Iglesia.

Conocida popularmente años más tarde, por: «La Cruz de los Caídos», dado el motivo recordatorio que tuvo una vez finalizada la Guerra Civil.

Este es un caso curioso del nomenclátor de nuestro callejero, en el que su nombre primitivo y abreviado de «el Mercadillo», es compartido durante muchas décadas por el impuesto modernamente.

Aparte de sus jarancadas y setos de tulla, destaca sobre la encalada pared el escudo falangista  de madera pintada en rojo bermellón, la cruz con una corona fúnebre y los tres mástiles.

La foto la podemos datar a mediados de los años cuarenta.

Plaza Antonio Ramos (2) (años 50-60)

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EL MAESTRO D. JOSÉ RODRÍGUEZ ANICETO

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Natural de Pastores ( Salamanca ), también conocido como «Don José Mediascañas», llevaba bastantes años de ejercicio en Arahal, donde había llegado en 1922 con su esposa Dª. María Rollo González, y vivían sin hijos, en la calle Doctor Gamero. Culto (incluso se carteaba con Miguel de Unamuno) y religioso, fue un hombre comprometido abiertamente con la República.

Participó en la vida política de Arahal y, desde su creación, fue miembro destacado del partido Unión Republicana de Martínez Barrios, del que sería su presidente.

Antes del golpe militar marchó de vacaciones a su pueblo natal, esta vez no acompañado de su mujer que se encontraba enferma. Allí siguiendo órdenes de Arahal, el 28 de septiembre de 1936 fue detenido por la Guardia Civil y trasladado a Sevilla.

Dos días más tarde sería trasladado a Arahal por petición expresa del alcalde D. Antonio Arias de Reina. Fue el viernes día 2 de octubre cuando decidieron llevar a cabo la ejecución del maestro nacional, y quisieron que fuera pública, a la vista de todos, y en el corazón del pueblo.

La terrible descarga de los cinco «mauser» le catapultó hacia atrás golpeándole violentamente contra la pared. El golpe fue tan brutal que pareció retumbar todo el Ayuntamiento.

Antes de morir entregó a sus carceleros tres objetos; su cartera, su pluma y su reloj, con el ruego de que los hicieran llegar a tres alumnos suyos.

Este fue el asesinato de Don José Mediascañas, de un maestro creyente, que con la ayuda de su esposa, enseñaba a los alumnos a rezar después del horario de clase, pero que tuvo la osadía de ser republicano y luchar por la República.

María Rollo, su mujer, fue vejada públicamente y terminó abandonando el pueblo en diciembre de 1936, marchando a Salamanca. No pudo sobreponerse a la muerte de su marido y un año después, el 27 de diciembre de 1937 falleció.

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Bibliografía: Una Razia Espantosa, Arahal 1936.
José María García Márquez
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LA HISTORIA DEL SEVILLISTA CLAUDIO CABRERA

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Os presento una bonita y desconocida historia que bien merece una mención especial en Memoria Visual de Arahal.Hablamos de D. Claudio Cabrera, un vecino de nuestra localidad que sobre los años 50 formó parte de la plantilla del Sevilla F.C.

Claudio llega a un Sevilla presidido por don Ramón Sanchéz Pizjuán compartiendo plantilla con jugadores de la talla de Busto, Campanal II,Antúnez, Guillamón, Ramoni, Alconero, Domenech, Arza,Ayala, Araujo…

Como detalle curioso una carta mandada por el entonces entrenador «D. Helenio Herrera»,con las indicaciones que tenían que seguir los jugadores en el periodo de vacaciones.

Años antes fue titular indiscutible en el equipo de fútbol del Arahal y del pueblo vecino en Utrera.

Desafortunadamente nuestro protagonista tiene que abandonar el mundo que más le apasiona para dedicarse a la cosaría que llevaba la empresa familiar, que aún hoy en día se mantiene viva por un familiar, «Transportes Cabrera».

Gracias de corazón a su mujer Dª Dolores Gómez por la documentación aportada.

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LA EDUCACIÓN EN ARAHAL EN LA POSGUERRA

Por Rafael Martín Humanes

Para poder comprender el contexto histórico, debemos de ser conscientes de que la Guerra Civil española (1936-1939), va a marcar muy negativamente la Historia de España en el s. XX. Fueron años de miseria , pobreza, sufrimiento, dolor.… adjetivos todos estos insuficientes para describir lo que esto supuso. Pero centrándonos en lo que nos interesa, en El Arahal, ese pueblo tan peculiar de la Campiña sevillana, la guerra tuvo unos efectos devastadores en todos los sentidos.

En primer lugar, desde el punto de vista demográfico, El Arahal vio reducida considerablemente su población, al número de 13517 vecinos, como aparece recogido en el Censo de Población de 1940.

En cuanto a los datos económico, procedentes de las actas de la Junta Local Agraria, que establecía las cantidades y productos a sembrar, en función de las necesidades del pueblo, hemos podido conocer que durante la década de los años 40, el producto más sembrado fue el trigo, seguido de los garbanzos blancos o negros, aunque la producción de la cosecha no era siempre la deseada, porque en muchas ocasiones gran parte o toda se perdía por diferentes motivos como lluvias, sequedad del terreno, mala nacienda, mal tiempo,…. Lo que agravaba aún más la mala situación económica de la población.

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Y tampoco debemos de olvidar el contexto social, marcado por las grandes penurias y necesidades que pasaron los arahalenses en la posguerra, y que aparecen reflejadas archivos municipales concretamente Sección Paro Obrero en el apartado de Familias Socorridas, en cuyas actas aparece la siguiente frase significativa “ Necesidad de repartir un número de raciones de alimento entre aquellos trabajadores y familias que hubieren de menester”.
Todo ello, sirve para hacernos una imagen de la cruda realidad de nuestro pueblo, en los años posteriores a la Guerra Civil.

En cuanto a la educación, la Guerra Civil asestó un duro golpe en todos los sentidos a este ámbito, de tal manera que pasarán varios años sin que en España existiera una ley que regulara el sistema educativo de la enseñanza primaria. Por lo que no será hasta el año de 1945, cuando se publicó La Ley de Enseñanza Primaria de 17 de Julio de 1945, aprobada por José Ibáñez Martín, ministro de Educación Nacional desde 1939 hasta 1951. Establecía una educación primaria obligatoria, gratuíta y por sexos (por razones de orden moral y eficacia pedagógica). Dicha ley divide la enseñanza en dos etapas perfectamente diferenciadas:

Período de Iniciación,que incluirían las Escuelas Maternales(hasta los 4 años) y Escuelas de Párvulos( de 4 a 6 años).
Período de Enseñanza Elemental desde los 6-10 años, y  otra de carácter especial de los 10-12 años. De este modo, la población escolar se dividía, estableciéndose dos clases de alumnos: los que a los diez años ingresan en el bachillerato como paso previo hacia la Universidad y los que prosiguen la enseñanza primaria hacia el mercado de trabajo.

En cuanto a la clasificación de las escuelas graduadas, se establecían de tres tipos:
Públicas.- Son aquellas organizadas y sostenidas por el Estado y regentadas por maestros pertenecientes al Ministerio.

De la Iglesia.- Eran sostenidas por la propia Iglesia, siendo gratuítas.

Privadas.

Por lo que se refiere a las asignaturas o materias impartidas en este sistema educativo podemos destacar la existencia de tres grupos de conocimiento:

Instrumentales como Escritura, Ortografía , Redacción, Dibujo y Cálculo.

Formativas como Religión, Formación del Espíritu Nacional (Gª e Hª), Formación Intelectual (Lengua y Matemáticas) y E. F.

Complementarias como C. Naturales, Artístitica ( Música, Canto y Dibujo) y Utilitario como Labores Femeninas y Trabajos Manuales de Taller.

En cuanto al tiempo escolar, éste estaba establecido en 240 días, repartidos según las circunstancias climatológicas y sociales de la localidad, según lo estipulado por la Junta Municipal de Educación, cuya propuesta la elevaba al Consejo Provincial de educación. Por la tanto serían feriados las fiestas religiosas, las nacionales y las tradicionales de la localidad. La jornada escolar duraba 5 horas, sin incluir las materias complementarias. Estas horas podían ser distribuidas en el día, de acuerdo con las Juntas Municipales de Educación y con la Inspección Educativa.

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Todo alumno, de escuela pública o privada, tenía la Cartilla de Escolaridad, en donde se anotaban sus datos personales y los resultados obtenidos en su etapa de educación, es decir, un historial docente que será necesario para la calificación definitiva en los Certificados de Estudios Primarios, que se obtenían tras superar dicha etapa educativa.
Centrándonos en nuestra localidad, las primeras noticias que tenemos referentes a la organización educativa son anteriores a la Guerra Civil, concretamente en el año de 1934, en donde el alcalde Don Ramón González y González envía una carta a las instancias gubernativas superiores en donde denuncia que no existe ninguna escuela en El Arahal que reúna las condiciones mínimas, pedagógicas e higiénicas para poder impartir la enseñanza, teniendo una población de más de quince mil habitantes y un censo escolar superior a los mil doscientos niños. Por ello el alcalde reclama la construcción de dos grupos escolares en El Arahal, en donde cada uno de ellos recoge en su cercanía a un sector importante de la población, concretamente la mitad de la totalidad en sí. Estos dos grupos escolares se situarían en cada uno de los extremos de la localidad, concretamente, el Grupo Escolar nª1(San Roque) iría junto a la Iglesia de San Roque ,a la salida del pueblo, y el Grupo Escolar nº 2 (El Ruedo) se situaría paralelo a la carretera de Morón. Dichas peticiones fueron atendidas por las autoridades pertinentes, de tal manera que en el mismo año de 1934 aprueba el Gobierno de Madrid la creación del Grupo Escolar nº 2, El Ruedo, cuyo proyecto y planos de construcción se encuentran íntegros en nuestro Archivo Municipal, siendo su arquitecto el madrileño Don Eladio Laredo de la Cortina, y que preveía la construcción de un campo escolar de 5967,18 metros cuadrados , con un edificio de una sola planta, un ala para 3 grados de niños y la otra para 3 grados de niñas, con una gran Biblioteca central, servicio de guardarropas, almacenes, sanitarios y despachos. A pesar de la premura en la aprobación del proyecto, éste quedó totalmente paralizado como consecuencia del estallido de la Guerra Civil en 1936, por lo que su construcción se inició a finales de la década de los cuarenta.

Otro documento que nos refleja la precaria situación educativa de la localidad, es la carta enviada por Don José Rodríguez Aniceto, presidente del Consejo Local de Primera Enseñanza, quién reclama la creación, como mínimo de dos escuelas nacionales de niñas y una de párvulos al consejo Provincial de Enseñanza, con fecha de 13 de abril de 1936. Por lo que ello, no hace más que corroborarnos, las grandes limitaciones, no sólo económicas sino también materiales por las que atravesaba el sistema educativo en El Arahal durante la 2º República, antes de la Guerra Civil.

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Tras la finalización de la Guerra Civil en 1939, no será hasta el año de 1945, con la publicación de La Ley de Enseñanza Primaria de 17 de Julio de 1945, ya mencionada anteriormente, cuando se ponga en funcionamiento la Escuela Pública en la localidad, con la existencia únicamente de dos centros, a comienzos de los años 50, uno de párvulo, como lo eran Las Escuelas Públicas Municipales o Escuelas Graduadas ( situado en la Plaza de los Mártires, con 5 secciones educativas) y el Colegio Nacional Coca de la Piñera ( San Roque, cuyo nombre había sido modificado por el de un militar, Fernando Coca de la Piñera, que era en aquellos momentos Gobernador Civil), que era sólo de niños. Como colegios religiosos en la localidad encontramos el Colegio Religioso de las Monjas ( las Madres Dominicas, sólo de niñas) y el Colegio Religioso del Santo Cristo (Hermanas del Rebaño de María, sólo de niñas).

Ante la escasa oferta pública educativa de la localidad, comenzaron a proliferar los Colegios Privados, en donde no había separación por niveles, por lo que en ellos encontramos a un alumnado con una edad comprendida entre los 6 años y los 12 años de edad, para poder atender a dicha demanda de escolarización (sobretodo para las niñas). En ellos se enseñaban las materias mencionadas anteriormente, haciendo especial hincapié en saber leer, escribir, cálculo, Gª e Hª, Religión y para las niñas las labores del hogar como bordar.
Entre ellos podemos destacar:

El Colegio de Doña Josefina, situado en la C/ La Laguna, de un solo aula, de grandes dimensiones. Sólo era de niñas

El Colegio de Doña Benita, situado en la calle Marchena. Sólo era de niñas.

El Colegio de Doña Cristo situado en la C/ El Duque, en una casa de Dolores Zayas. Sólo era de niñas.

El Colegio de Doña Robledo, situado en la C/ Espadero. Era un colegio mixto.

El Colegio de la Profesora Magdalena Sánchez. Situado en la C/ Morón, aunque posteriormente pasó a la C/ Madre de Dios. Era un colegio mixto.
Colegio de Don Manuel situado en su casa de la C/ La Laguna. Era un colegio sólo de niños.

Colegio de Periquito, era mixto y en donde Don Pedro se dedicaba a enseñar.

Colegio Antoñita la Plancha, situado en la C/ Barriete.

Colegio Vicenta la del Yinyo, situado en la C/ María Beltrán. Era sólo de niñas.

Colegio de María Moya, situado en la C/ San Pedro. Era sólo de niñas.

Colegio de Don Ramiro, situado en la C/ San Roque.

A partir de finales de la década de los 50 y comienzos de los 60, el panorama educativo cambió bastante en la localidad, ya que aumentaron los Centros Públicos de Enseñanza. Están documentados la existencia de los siguientes:

Escuelas Públicas Municipales, situado en la Plaza de los Mártires, que seguía manteniendo 5 aulas. era el parvulario de la localidad.

Colegio Nacional Coca de la Piñera (San Roque, y seguía siendo sólo de niños).

Colegio Nacional Mixto El Ruedo (situado en donde se encuentra actualmente, tenía un alto número de alumnos que lo situaban entre los 250 y 300 alumnos).

Grupo Escolar Manuel Cordón, eran alumnos de primaria.

Grupo Escolar Maravilla Segura, situado en El Arache. Era sólo un colegio de niñas

El mantenimiento de todas estas Escuelas Públicas Municipales, corría a cargo de las arcas municipales, como así lo atestiguan las partidas que se le asignaban a cada sección educativa por parte del Ayto. en los presupuestos anuales para cada curso escolar
El desarrollo de éstas fue, en detrimento de estas escuelas particulares, creadas por personas, que incluso en muchos casos carecían de la titulación correspondiente de maestro para poder impartir enseñanza, por lo que poco a poco fueron desapareciendo. A pesar de ello algunas se mantuvieron, e incluso se crearon otras de gran importancia como:

La Academia de Don Teodoro.- En 1958 se creó la Academia, de Don Teodoro Pérez de Paz, situada en la C/ Doctor Gamero nº 37, denominada Academia Sta. Mª Magdalena, en donde se impartían actividades docentes y regladas de Párvulos, Primaria, Bachillerato y Magisterio. Aquello alumnos de Bachillerato de la Academia, tenían que ir a realizar los exámenes finales al Instituto de Osuna. La Academia era mixta y llegó a tener más de 500 alumnos. Gracias a su esfuerzo y a la colaboración del Excmo. Ayto. de Arahal y del Servicio de Inspección de Enseñanza Secundaria consiguió el Colegio Libre Adoptado, que se instaló en la antigua Farmacia Municipal, hoy actual Biblioteca.

Colegio de las Matutas, situado junto a la Parroquia de Sta. Mª Magdalena. Era un colegio mixto, de enseñanza primaria, regentado por Doña Concha y Doña Pilar.

Colegio de Doña Angelita Olmedo, situado en la C/ Corredera. Era un colegio de primaria y sólo de niñas.

 

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A pesar de ello, pronto se pudieron comprobar las consecuencias de este sistema educativo de la España de la Posguerra, ya que el número de analfabetos era cada vez más extendido entre la población. Ante esta situación, se inició la Campaña Nacional de Alfabetización. Esta campaña trataba de poner freno a esta lacra educativa, que se extendía a pasos agigantados entre la población. La primera medida fue pedir a cada pueblo un Censo Nominal de Analfabetos. Por lo que se refiere a nuestro pueblo, el 1º Censo Nominal de Analfabetos data del 1 de julio de1959, en donde se contabilizan un total de 4712 analfabetos en El Arahal, con una edad comprendida entre 12 y 60 años, e incluso se establece una clasificación por sexos, siendo un poco superior el número de mujeres analfabetas al de hombres, otra por profesiones destacando entre los hombres las profesiones de obrero agrario o aceitunero y entre las mujeres la profesión de obrera aceitunera y sus labores, y por lugar de residencia, destacando el número de hombres y mujeres analfabetos que vivían en la periferia del pueblo o extrarradios como las zonas de la Gironda o las Monjas. Este censo se repitió anualmente hasta 1965/66. Estas relaciones de analfabetos, eran realizadas por el Ayto. y enviadas al Inspector Jefe de Enseñanza Primaria, que las remitía a la Secretaría de la Comisión Provincial de Acción Cultural, para que desde el Ministerio de Educación se tomara constancia de la gravedad educativa de la población. Ante ello, se tomaron medidas, como fueron las continuas campañas de alfabetización, que según palabras textuales debían de acabar con esta lacra social en pocos años, basada en la labor llevada a cabo por cuatro maestros, que fueron enviados para llevar a cabo esas medidas que acabaran con esto. Para que nos hagamos una idea de la gravedad de la situación, el 25% de la población de la provincia de Sevilla era analfabeta, a finales de la década de los 50 y principios de los 60. Estas campañas tuvieron cierto éxito, ya que las cifras nos indican una bajada considerable, en pocos años del número de analfabetos en nuestra localidad, pasándose a 3329 en la fecha de 1963/64, habiendo un mayor porcentaje de hombres(2409), que de mujeres(920).

 

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Por último no querría terminar este artículo sin hacer una especial y emotiva dedicatoria a todos aquellos docentes y alumnos, que con estas grandes limitaciones materiales y económicas, supieron mantener viva la llama de la educación, que es la libertad que guía al hombre

Bibliografía:
1.- Censo Municipal de El Arahal, año de 1940. Archivo Municipal
2.- Censo de Población y Edificios de El Arahal, año de 1950. Archivo Municipal.
3.- Padrón Municipal de 1940. Archivo Municipal.
4.- Padrón Municipal de 1948.- Archivo Municipal.
5.- Censo de nacimientos, defunciones, matrimonios, viudos y cabezas de familia. 1940-1950. Archivo Municipal.
6.- Libro de Actas de la Junta Local Agrícola de El Arahal, de 1940 a 1950. Archivo Municipal.
7.- Expedientes de Familias Socorridas, años de 1940 a 1950. Archivo Municipal.
8.- Expedientes de Obras Municipales (1866-1999).
9.- Expedientes de Sesiones de las Juntas Locales (Educación).
10.- Expedientes de Educación 1923- 1931, 1936-1976.
11.- Expedientes de la Campaña de Alfabetización.
12.- Ley de Enseñanza Primaria de 17 de Julio de 1945.
Rafael Martín Humanes, Historiador y
Profesor del Dpto. de Gª e Hª del IES Europa.

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LA CASETA DEL CASINO AGRÍCOLA

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El lugar que siempre hemos conocido por: «Cuesta de la Fuente», en la época de la foto, oficialmente se llamaba: «Paseo de la Reina Victoria», y el lugar justo donde se asienta esta caseta eran «Los Tejaderos».

Esta construcción, que más bien nos recuerda la terraza de un balneario de aquellos tiempos, es la Caseta de Feria del Casino Agrícola, construida en 1913.

Extinguido este casino en los primeros años veinte, el Casino Universal solicita el uso de estas instalaciones al Excmo. Ayuntamiento en el año 1925, a la vez que la amplía y la dota de una pista de baile sobreelevada. En la década de los setenta es demolida esta construcción y en su solar se edificó un grupo escolar.

Son muchoslos detalles dignos de subrayar, y entre ellos citamos: el exorno festivo de postes engalanados y banderolas, el nulo pavimento del paseo limitado por dos zanjas, el alumbrado de la caseta, el mobiliario, los tipos humanos manifiestamente diferenciados, el arabesco entoldado y el cortinaje de la estructura central.

Y una reflexión: ¿esatá aún vivo el solitario arbolito del primer plano?

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Foto sobre la escalinata de la caseta del Casino Agrícola a principios de los años veinte. Es fiesta de primavera: “La Cruz de Mayo”, y todo el componente de caballeros, damas y niños se trasladarían después a los salones del Casino Universal. por lo que podemos deducir que el Casino Agrícola ya había cedido estas dependencias de feria al Universal, y el primero ya estaría a punto de clausurarse.
Con respecto al vestuario y a los adornos femeninos destacamos los tejidos lisos y de pequeños estampados, talles muy bajos, escotes redondos, y collares muy largos. La época charlestona hacía furor en jóvenes y maduritas.

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Foto inferior: Tomada el pista de baile de la Caseta del Casino, en la fuente. Están, Pepe Aranda, Berta Lindado, Pilar Ortega, Alberto Arias de Reina, María Cordero, Natalia Jiménez, María Camacho, Pepe Camacho, María Almagro Amores, Paulino Camacho, Pastora Sotillo, María Corral, Mercedes Gallego, Ángeles Domínguez, Carmela y Pilar Arias de Reina y los niños, Manuel Camacho García, Manuel Camacho Ortega, Julio Revilla Marín, Francisco Bohorquez Vázquez y Rafael Alcazar Lindado.

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Años veinte. Delante de la Caseta Agrícola, María Cordero, María Corral, Carmen Torres Castro, Adolfo Romero, Currito Pérez, Mercedita Arias de Reina, Pepe Morente, Paulino y Manuel Nieto. agricola4

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En la entrada de la caseta. Guillermo Almagro, Carmen Torres Rayo, Ramona Barrera, Ángeles Vega Alcala, Carmen Torres Castro, Manuel Nieto Herrera, Adolfo Romero Alcazar, y Pepe Camacho Bernabeu.

nocheFotografía de principios del siglo pasado tomada en el interior de la caseta del Casino Agrícola instalada en los Paseos de la Fuente.Se distinguen en la primera fila las señoritas, Dª.Pilar Gallego, Dª.Manolita Ortega, Dª.María Camacho Bernabéu, Dª.María Cordero,Dª. Herminia Domínguez,Dª. Gumersinda Domínguez, Dª Pilar y Dª.Carmela Arias de Reina Andrades.

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LA TIENDA DE SORIA

BAJA TIENDA

Érase una vez dos hermanos que recalaron en Arahal hace ahora 75 años. Se llamaban Rufino y Antonio Soria. Venían de Berlanga, un pequeño pueblo de Badajoz. En ese momento seguro que no sabían que su apellido sería símbolo de ropa de calidad y de diseños exclusivos para señora, caballero y hogar y que, al menos en parte, estos productos llegarían con el mismo prestigio a un nuevo siglo, sobreviviendo a modas comerciales, ropa de usar y tirar y a un profundo cambio en la manera de comprar.

Sin la tienda de Soria en Arahal no se entendería la historia del comercio, al igual que pasaba con la de Antonio Domínguez, Revilla y, posteriormente, la X o La Fama. Cada una en su estilo, llegaron a crear escuela y todas tuvieron un lazo común. Precisamente, el origen de Soria estuvo en la que hoy es Ferretería Revilla, poco tiempo, porque la esquina entre Espaderos y Veracruz estaba llamada a ser un espacio para uno de los mejores comercios de la historia de la localidad.

Rufino Soria, representante de los famosos Almacenes Textiles Peyré de Sevilla, conocía por su oficio la zona. Pero llegó aquí de la mano de su señora, natural de Archidona (Málaga) y maestra, destinada en 1941 a este pueblo de la Campiña sevillana. Se llamaba Antonia Escobar Silva, Doña Antonia para los vecinos. Entonces, la carreteras convertían el trayecto en un viaje por la antigua nacional SE4200, por donde poco antes había entrado el horror de una guerra civil. En Arahal eran tiempos difíciles, días de postguerra, años de hambre y escasez. Pero el amor haría que Rufino se valiera de su oficio y el de su mujer para establecerse y ayudar a crecer a este pueblo. Compró la que sería, desde entonces, Esquina de Soria, entre las calles Espaderos y Veracruz, en pleno centro de Arahal. En el primer piso, su mujer impartía los primeros conocimientos a niños y niñas de este pueblo.

75 años de historia dan para muchos recuerdos, tantos que habría que sentarse con aquellas personas que formaron parte de su clientela durante años y ya quedan pocos. Pero nadie guarda tantos recuerdos de esta tienda como Manuel Rosado Jiménez, yerno de uno de los propietarios, Antonio, casado con su hija Pilar. Hoy es abuelo y apoyo para la empresa que sigue en la línea de marcar estilo con ropa de calidad. En el mostrador, junto con un empleado (Manuel Baeza), está Carlota Rosado; su otra hija se llama Isabel. La sonrisa de Carlota y su hablar pausado recibe a la clientela;  muy cerca está su padre, Rosado para los vecinos de Arahal.

Y Rosado tiene la capacidad de recordar a familias enteras de Arahal, clientes de la tienda de Soria. Recordar a los más mayores y reconocerlos en sus descendientes. «Tiene una mente increíble, saca el parecido a los hijos o nietos», dice Carlota. Su padre sonríe y se traslada a principios de los años 60 (en el anterior siglo) cuando entró a trabajar con 11 años en la tienda de los hermanos Soria. Edad laboral impensable en la actualidad, menos aún si, como cuenta, era su tercer trabajo. «Antes estuve ayudando a las telefonistas (en ese tiempo había 200 teléfonos en Arahal que se gestionaban desde una centralita) y de botones en el Juzgado», dice.

 

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LO QUE AGUANTÓ EL MOSTRADOR

De esta manera, Manuel Rosado aprendió a tratar con el público desde muy pequeño, a cortar paños de tela, a reconocer las variedades, la compostura para el trabajo o para el vestir. Su trayectoria está cuajada de anécdotas pero una de las más entrañables lo traslada a los días que coincidían con el final de la semana, cuando las mujeres que trabajaban en la Agroaceitunera, conocida en Arahal como la fábrica de La Palmera, llegaban con la paga a la misma puerta de la tienda, donde tenían apartado el ajuar para casarse. «Parece que las estoy viendo, haciendo cola o sentadas en el zardiné», recuerda.

«En la fábrica le pagaban con un billete a todas, billete que ellas tenían que cambiar y repartir y aquí en la tienda prestábamos este servicio. Ellas dejaban una parte en su cuenta para pagar lo que habían apartado. Hasta que no lo pagaban, no se lo llevaban», cuenta Rosado. Entonces la tienda vendía ropa de hogar, toallas, sábanas, mantas, manteles de mesa, paños de cocina. Todo lo que podían necesitar para empezar una nueva vida, además de ropa de todo tipo y telas de la mejor calidad para confeccionarlas.

El mostrador ajado que aguantó tantas manos, cortes de telas y donde quedaron muchas cuentas señaladas, aún está en la trastienda. El recuerdo de sus formas seguro que viene a la mente de quienes se acercan a los 50 años o los sobrepasan. A Soria llegaban todo tipo de familias, aquellas pudientes que conformaba su mejor clientela, pero también las familias trabajadoras cuya palabra era ley en el cuaderno de cuentas. Familias que llegaban cada semana con una parte de un jornal agrícola y que acababan de pagar en el verdeo o después de una temporada en la fábrica y almacenes.

«Los días de lluvia eran una locura, la tienda se llenaba», describe Manuel Rosado, había que aprovechar para comprar la ropa de invierno antes de que se echara encima y, entonces, para estos menesteres no se podían perder días de trabajo. El tiempo se medía de otra manera y las novedades de la tienda llenaban estanterías de madera que hoy no se conservan, perecieron con el cambio que hubo que darle a la tienda a partir de 1980 para poder sobrevivir a las imposiciones del tiempo: el establecimiento se especializó en ropa de caballero, eso sí, la mejor.

Detrás de ese mostrador usado por el tiempo, es fácil imaginar a tres hermanos de la familia Soria porque una vez que Antonio y Rufino se establecieron, reúnen al otro, José o Pepe Soria, que entra a trabajar en la tienda como empleado y allí se queda hasta su jubilación.

Manuel Rosado estuvo unos años trabajando en Barcelona pero volvió cuando a su suegro, Antonio, le llegó la hora de jubilarse. Porque ese niño espabilado, aprendiz de tendero, creció y vio crecer a la que fuera su mujer, una de las hijas de los dueños. Algo muy habitual aún hoy entre los autónomos, la familia vive parte de su tiempo en el interior de los negocios.

Entonces, ya con un currículum mejorado por su estancia en la capital Condal, Rosado entró reformando la tienda, amplió los escaparates para adaptarse a los nuevos tiempos en los que había que mostrar la calidad del exterior en el lugar de paso privilegiado. Soria se convirtió en una tienda moderna, aunque sigue estando en medio una columna de hierro que se reconoce en las fotos en blanco y negro.

 

ANTIGUA 2

PASA A LA HISTORIA

Por la puerta de la tienda, Manuel Rosado ha visto pasar la historia de los últimos años de Arahal. El entierro del que fuera médico y alcalde de Arahal, Gabriel Mengíbar, muerto en accidente de tráfico a los 42 años, «ese día llovía a mares», o el trágico accidente en el que el tren de Granada chocó con un autobús que llegaba de Sevilla a las 10 de la noche  (30 de junio de 1965) en el que murieron 13 personas y hubo 30 heridos.

Y, como buen profesional, aún hoy sigue guardando secretos que se irán con él. Como los nombres de las mujeres que pagaron a escondidas un ajuar para fugarse con su novio. O historias de amores y desamores reales como la vida misma.

Carlota Rosado ha estudiado Empresariales y se hizo cargo de la tienda hace 10 años porque los recuerdos tiran tanto que cerrarla no entró dentro de sus planes. También ella crea nuevos recuerdos, quién sabe si cuando la tienda se acerque al primer centenario, esta historia que hoy queda plasmada en Arahal Información sirva de punto de partida de una nueva generación de la familia Soria, la más emblemática y mejor tienda de caballero de Arahal.

 

Artículo de Cármen González. Aion