Terraza de la camaleónica venta de “Los Tres Gatos”. Y decimos camaleónica, porque este bar se adaptaba perfectamente a todos los usos hosteleros que se les quisieran dar, según las horas del día y de la noche. Por supuesto, que su clientela igualmente era muy variada: desde el viajero de paso,hasta el corredor en busca de un trato; pasando por loteros, igualeros, taxistas y toda una fauna de la gente del cante, de la juerga y de las de estar en cualquier sitio menos en su casa.
Tal como la vemos en la foto, puede ser en su primera época, cuando aún no se había construido el comedor exterior y la parte derecha de la terraza estaba separada del resto del edificio por una verja.
Antiguo equipo de trabajo de la venta «Los Tres Gatos», de izquierda a derecha, D.Felipe Prado, D.Juan de Dios, D.Manuel Baltasar, D.Manuel Lobato Amodeo, un camarero venido de Sevilla para apoyar durante los días de feria y por último D. Julio Marín.
Esta conocidísima venta sirvió como signo identificativo de nuestro pueblo, por ser parada obligatoria de las líneas de autobuses, que recorrían la antigua carretera N-334, Sevilla-Málaga-Granada.