Don Gabriel Mengíbar Ruiz nació el 16 de agosto de 1921 en el Real de la Jara, pero la mayor parte de su vida la pasó en Arahal, donde alternó su profesión de médico con la gestión municipal. A las 42 años de edad, el 10 de diciembre de 1963,cuando regresaba de Sevilla , fallece en accidente de tráfico, a causa de un reventón de la rueda izquierda de su vehículo chocando violentamente con un árbol y empotrándose en el siguiente.
El grave accidente ocurrió sobre las 9 de la noche en la carretera Arahal- Sevilla, a la altura de Alcalá de Guadaira. Viajaba acompañado de don Manuel Saborido Martín, que al recuperar el conocimiento, unas tres horas después del hecho, solicitó socorro en unos vecinos próximos.
El cadáver fue trasladado desde Alcalá de Guadaira, a donde fue conducido al ocurrir el accidente, a esta población, llegó acompañado de numerosas personas, que acudieron al pueblo vecino para informarse.
Su muerte fue en acto de servicio, porque el viaje le obligó como otras veces, desplazarse a la capital, para resolver asuntos de interés del pueblo. Ese mismo día, por la mañana, estuvo en la Jefatura Provincial del Movimiento, reunido con el Gobernador Civil, señor Utrera Molina. Acababa de adquirir, ornamentos sagrados para la capilla del Cementerio que un día antes se bendijo y cuyo nicho número uno, ocuparía él mismo. El propio cadáver del infortunado médico y alcalde estrenaría el nuevo cementerio local, construido a su merced, en gran parte, a sus desvelos y esfuerzos, gestión ésta que vino a resolver un problema que databa de más de cincuenta años.
En el pueblo, al tener conocimiento del triste suceso, los comercios, en íntima solidaridad, cerraron sus puertas, izándose en el Ayuntamiento la bandera a media asta, como igualmente en algunos centros públicos.
Al día siguiente, el Gobernador Civil, señor Utrera Molina, acompañado del presidente y vicepresidente de la Diputación, el consejo provincial del Movimiento, alcaldes de casi todos los pueblos de la provincia, se dirigieron al domicilio del extinto, expresando su pesar a la viuda, padre y hermanos del señor Mengíbar. Todo el pueblo se encontraba situado frente al domicilio del fallecido y Casa Consistorial, a pesar de la intensa lluvia que caía.
En el Ayuntamiento, donde se efectuó la recepción del cadáver, el Gobernador Civil pronunció las siguientes palabras:
“ En nombre de Franco, Caudillo de España, tengo el honor de imponer, a título póstumo, al que hasta ahora fue ejemplar alcalde y jefe local del Movimiento de Arahal, las Encomiendas de Cisneros y del Mérito Civil……….”Seguidamente, el señor Utrera Molina colocó las condecoraciones sobre el féretro.
Ya en marcha el triste cortejo se dirigió a la parroquia Santa María Magdalena, donde se celebró la misa, a la que asistió el pueblo en su inmensa mayoría.
A las 7:30 se efectuó el acto de conducción del cadáver al Cementerio. En aquel momento llovía de forma torrencial. El pueblo, en pleno, mostró el deseo de trasladar a hombros de sus vecinos el cuerpo del buen alcalde. Y así se hizo.
Desgraciadamente dejaba a una familia rota, con siete hijos, todos pequeños, y una esposa, abatida por el infortunio, en estado de gestación, bastante avanzada.
FOTO SUPERIOR: El 1 de abril de 1964 se inaugura el grupo de viviendas «Federico Aranda», donde se homenajea el fallecido alcalde con un monolito en la plaza.