Vista de la plaza de la Corredera, con perspectiva desde la calle Vera-Cruz,principios años treinta, seguramente con la intención de inmortalizar el surtidor de gasolina instalado frente a la Casa del Aire, al mismo borde de la acera y al lado de la farola neoclásica de fundición.
En un invierno muy lluvioso de finales de los cuarenta el depósito ya podrido por las filtraciones de agua, provocaron un gran socavón en esta zona de la plaza.
Dos detalles más: el tablado de la música al fondo y los bancos de lamas metálicas, que pasaron al paseo de la estación, ya muy deteriorados. En 1936 era seguro que ya no estaba aquí instalado el surtidor y había pasado a la calle Madre de Dios.
Texto:José Manuel Camacho Cintado