Sabor a feria antigua de cacharritos y de atracciones pobres. En este caso unas voladoras, que tan mala prensa tuvieron en nuestro pueblo por los años cincuenta, al soltarse un asiento y el niño salir despedido. No hubo que lamentar desgracias mayores, pero desde entonces esta atracción estuvo vetada para muchos chavales que gustaban de este disfrute, mucho más emocionante que las cunitas o los columpios, más propios de niños más pequeños.
El grupo de señoritas se fotografían sobre la atracción de feria a deshoras, pues se pueden observar los asientos recogidos, como era costumbre tenerlos cuando no funcionaba.
Detrás del grupo contemplamos parte de la fuente del Pulpejo, por lo que su ubicación está localizada.La instantánea está tomada sobre los años veinte.
LAS VOLADORAS
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