Otra nueva instantánea del lugar más céntrico del pueblo; pero esta vez cargada de multitud de detalles muy interesantes de otra época.
Son Fiestas Patronales de Julio de 1925, y a través del objetivo fotográfico podemos contemplar el conjunto de exorno urbano de la calle principal y de la plaza, realizado por portadas de celosías y de jarrones sobre columnas, cadenetas, gallardetes, banderolas, alumbrado público y festivo, y todo el edificio del Ayuntamiento pespuntado de bombillas hasta lo más alto de la torre.
Hay que subrayar el elemento humano como auténticos protagonistas de estas estampas: los niños, que transitan ajenos a la cámara, y los que se arremolinan alrededor de un puestecillo ambulante. Las personas mayores, casi todas cubiertas de gorras y sombreros sentadas en las puertas de los bares y de los paradores de esta zona.
Otro dato más sería el análisis comparativo de las fachadas de las casas de las familias Nieto y Pedregal. Y la de Pedro Bueno, que está en esos momentos exactamente igual que como la recordamos en las décadas de los cincuenta o sesenta.
Fotografías: Familia Torres Cordero.
Documentación: D. José Manuel Camacho